Primer amor

El primer amor de una niña

Padres, sean el primer amor de sus hijas y ellas nunca se conformarán por menos. -Autor desconocido

Recuerdo observar con admiración todo lo que él hacía. La manera en que me atendía con sus ojos amorosos mirando los míos.  Recuerdo sus palabras de amor y gentileza que levantaban mi espíritu. Con el pasar de los años, ese amor se ha pasado un proceso de metamorfosis.  A temprana edad era un amor de admiración, como adolescente se convirtió en una relación “complicada”.  Como joven adulta se transformó en apoyo y cuidado. Ahora en la adultez con mis propios hijos, ese primer amor está lleno de apreciación, gratitud y admiración. ¡Mi primer amor se llama “papi” o papá!

Encuentro interesante el ver como distintas etapas en la vida nos hacen sentir y pensar tan distinto. Aunque mi manera de pensar cambiara, el amor de mi padre ha permanecido constante. Ese amor y apoyo me han enseñado valiosas lecciones.

De niña, una frase que escuchaba constantemente de mi papá era –“Yo dejo de ser mío para ser tuyo”. Es una expresión y lección que aprendió de mi abuelo-su papá. Desde que puedo recordar, mi papá siempre ha vivido esa frase. Su amor ha hecho caso omiso a sus propias necesidades o sueños para apoyar las mías. Si en algún momento lo he necesitado, ahí ha estado presente. Y no como un salvador ni para rescatarme, más como un motivador, en ocasiones como un entrenador y a veces como un guía. ¡Le debo tanto a ese amor! Ese entrenador me empujó desde temprana edad a seguir mis sueños. Aún cuando pensaba que era difícil (y lo era), aunque derramara lágrimas, mi papá me animaba y me guiaba a seguir adelante. Me enseñó que mi carrera o mi trabajo eran lo que yo quisiera siempre y cuando contribuyera a la sociedad y yo disfrutara mi empeño.

De lo que más he aprendido de mi papá ha sido su dedicación a otros y al servicio. El ve más allá de las imperfecciones, más allá del horizonte. Su espíritu jubiloso llena de alegría a aquellos que le rodean. No existe persona perfecta, definitivamente no hay hombre perfecto. He aprendido de sus imperfecciones porque me ha ensenado a ser honesta conmigo misma. A aprender de mis errores y continuar el peregrinaje de mi vida.

Ahora que se acerca la celebración de “El Día de los Padres”, quiero honrar esas influencias de mi papá que me han influenciado quien hoy soy. Por varios años durante el Dia de los Padres me preocupaba por encontrar el regalo ideal para el o lo más práctico. Eso es un buen detalle pero analizando sus enseñanzas previas me doy cuenta que es mas importante estar presente. Disfrutar el momento. Estar ahí para el de la misma manera que el ha estado presente en mi vida todos estos años. Llena de agradecimiento puedo decir que aún disfruto la compañía de mi papá y aunque la distancia nos separa busco maneras continuas para mostrar mi amor y cariño con actos de amabilidad y gentileza. Trato a diario de honrar a mis padres donde quiera que voy con mis acciones. Aún ahora en mi adultez.

Disfruto observar cómo mis hijas admiran a mi esposo. Como madre, esposa, hija y mujer, trato de fomentar ese amor, esa unión y esa relación llena de respeto. Confío que ese primer amor les enseña sobre respeto propio, amor propio, sobre valentía y sobre ser audaz. Ese amor les enseña a convertirse en la mejor versión de ellas mismas. Los padres llevan una función muy importante en el futuro de nuestra sociedad. No tan solo les enseñan a los varones como deben tratar a las damas pero también tienen el privilegio de enseñar a las niñas a levantarse y mantener su voz y entender por qué deben ser tratadas como iguales. Cuando mi hija recientemente le pregunto a mi esposo- ¿Dadda, crees que puedo ser la primera mujer presidente de los Estados Unidos?” Su respuesta calmada y sincera de corazón iluminó el rostro de mi hija –“¡absolutamente!” Lo que puede verse como una simple respuesta, levantan el espíritu y le hacen soñar sin limitaciones. Así de intenso es el impacto que un padre tiene en la vida de un chico.

Caballeros- sean guía a las damas que le rodean mostrándoles respeto y cuidados. Guíen con su ejemplo.

Damas- apoyen a los caballeros en sus vidas con honor, respeto mutuo, igualdad y amor. Nuestras acciones dicen mas que las palabras.

A aquellos que observan el Dia de los padres arraigados a los recuerdos de una pérdida; pido que consuelo y paz les acompañen.

Honremos las muestras de amor, sacrificio y cuidado de los padres en nuestras vidas pasando esos valores a futuras generaciones. Tratemos a otros con cuidado y respeto.

He tenido el privilegio de ser rodeada de varias figuras paternas que me han influenciado con su amor y presencia. Cuando reflexiones en tu vida, de seguro encuentras personas que también han estado presente en tu vida para mostrar esa figura paterna. Un padre no es un super-héroe. Un padre no es un donante de esperma. Un padre es un hombre simple que a diario cuida, respeta, muestra interés y muestra aliento. Un padre es un ejemplo de un amor puro y verdadero.