La primera maestra de un niño es su madre. – Peng Liyuan
El día de las madres. ¿Otra celebración comercial fomentada por el consumismo? No se equivoquen, me alegra saber que como sociedad se nos recuerda que debemos detenernos, reflexionar y reconocer a esas mujeres en nuestras vidas que han dado tanto tiempo, esfuerzo y amor hacia nosotros. Las aventuras que la maternidad ha traído a mi vida han sido transformativas. También adoro las tarjetas y los desayunos que mis pequeñas y mi esposo preparan con tanto amor en este día. Disfruto compartir con mi madre, honrar los sacrificios que ha hecho por mi y mostrarle mi amor. Pensar en tantos gratos recuerdos que la maternidad me ha traído me hace llorar de alegría. Sin embargo, escribir este post ha sido difícil. Comenzaba a escribir y me detenía sin saber por qué. Hay tanto que puedo decir de las madres, de las bendiciones que ha traído la maternidad a mi vida… ¿Por qué no fluyen las palabras? Aún después de escribir la mayor parte de estos párrafos, tuve mis dudas de si debía publicar este post. Fue entonces cuando mi hija de seis años me hizo las siguientes preguntas- ¿Mamá, por qué algunas de tus amigas no tienen hijos? ¿Tu crees que estarán tristes el día de las madres? Tal vez debamos hacerles unas tarjetas… Su curiosidad y deseo de compartir tanto amor confirmó mi deseo de compartir este inusual mensaje de madres.
Comencé escribiendo acerca de tantas palabras hermosas que pueden usarse para describir lo que significa una madre o la palabra mama. Pensé en compartir momentos especiales que he vivido con mi propia madre, con mis abuelas y con mis hijas. Tal vez compartir gratos recuerdos de experiencias vividas con mi suegra, o las tantas muestras de amor y cariño que he recibido de mis tías y primas. Pero los pensamientos que vinieron a mi mente fueron los recuerdos de los años en los que sufrí pérdidas de embarazos (fueron varios). Recuerdos de tantas celebraciones de madres en las cuales celebraba con familia y amistades en sombrío silencio el deseo de tener mi propia criatura en brazos. Recuerdo un año más tarde tener la dicha de cargar una niña en manos. ¡Inexplicable bendición! Reflexioné en las amistades que no han tenido esa experiencia y es el deseo más grande en su corazón, en los que desean adoptar y han encontrado las más conmovedoras situaciones que les han impedido compartir ese inmenso amor que guardan y anhelan dar. Pensé en las madres que han perdido sus hijos. Pensar en este día me hizo también pensar en crecimiento, en desorden, en imperfección. Sobre todo, me recuerda en el proceso de aprendizaje; en la cita de la primera de dama de China- La primera maestra de un niño es su madre. Es un pensamiento muy profundo. El impacto de una madre en la vida de una persona puede ser transformativo. Para nada quiero decir que nuestro futuro depende de dónde o cuándo nacimos, pero verdaderamente es de impacto en nuestras vidas.
Desde hace varios años mi familia y yo hemos estado envueltos con un hogar de niños en Puerto Rico. Tal vez, el estar tan cerca de tantas historias es la razón por la cuál he decido traer perspectiva a esta celebración. El hogar de niños refugia varones que han sido removidos de sus hogares por distintas razones; la mayoría por abuso físico, emocional o por problemas de abuso de drogas en sus padres. Algunos han crecido deambulantes y sus hermanos mayores han sido sus guías, para otros las calles, la sombra de un puente o una oficina vacía han sido lo que conocen como su hogar. El hogar ha sido bendecido con donantes, iglesias y voluntarios que se aseguran que estos niños reciban educación adecuada y vivan experiencias que (con toda honestidad) algunas familias de ingreso medio no pueden incluir en sus presupuestos. Soy agradecida de ser testigo verlos disfrutar viajes y visitas de figuras públicas. Pero…en el Dia de las madres…Piensa en cómo celebras ese día. ¿Cambiarías un viaje a la playa o un viaje a Disney por un día con tu mamá o con tu hijo o hija? Tal vez tu si, yo no lo cambiaría. Todavía extraño compartir con mis abuelas y han pasado años desde que fallecieron. Aún me entristece pensar en los bebés que no llegué a cargar en mis brazos ni ver crecer. Valoro con un aprecio inmenso los momentos que disfruto con tantas mujeres fuertes y determinadas que son parte de mi familia. Pensar en estos niños me hace reflexionar. Pienso y valoro aún mas las mujeres que con sus propias familias comparten su tiempo con estos jóvenes como ejemplo de las posibilidades de un mejor futuro.
También me influyen varias mujeres que, aunque no han sido madres, me han brindado sus consejos y amor como madres enviadas por Dios. Pienso en mis amigas que nunca han podido o decidieron no tener hijos. Estas damas me han enseñado a mí y a mis hijas tanto sobre la vida y el amor incondicional. Así que después de todo si escribo de esta celebración especial, pero con una nueva perspectiva.
Perspectiva. Esa es la palabra que quiero que tengamos en mente mientras celebramos.
Mientas intentas capturar esa foto “perfecta” con tus hijos este día de las madres, y antes que pierdas la paciencia mientras no sonríen o corretean… Demos gracias por lo que tenemos. A esas mujeres que lloran la pérdida de un hijo, a aquellas que viven con el deseo de convertirse en madres – recuerden lo maravillosas que son. Recuerden que son mujeres fuertes que y que su determinación impacta muchas vidas. Reciban amor y permítanse ser amadas hoy y siempre. Disfruten y rodéense de personas que valoren sus cualidades y nunca olviden que son amadas por Dios.
Es mi deseo para esta semana valorar y apreciar cada momento que tengo con esas figuras femeninas que impactan mi vida. Quiero agradecer por esas pequeñas manos que me abrazan. Quiero compartir con amor, compasión y entendimiento con aquellos que extrañan sus figuras maternales en sus vidas. Quiero hacer el esfuerzo de llevar consuelo a esas madres que aún lloran. Todos disfrutamos recibir un regalo y el significado que este conlleva, pero recordemos que el mejor regalo no tiene precio, nuestro tiempo y nuestra presencia.
Seamos maestros a aquellos a nuestro alrededor. Vive, Ama e Inspira. Después de todo – maternidad es amar.
A todas las mujeres en este día y siempre- Acepta tu perfecta imperfección que te hace especial.
¡Felíz día!!
***Esta es una idea de lo que puede ser un regalo muy especial. Llevo esta idea desde hace un año y aún la estoy moldeando antes de entregarlo.
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